¿Cómo hacer una buena gestión de la comunicación?
Cómo dice el escritor y experto en comunicación Miquel Urmeneta en “Puntos de sutura #1”, nos encontramos en un momento de “crisis invisible”; podemos acceder a más información que nunca, pero muchas veces nos sentimos menos informados que nunca. Urmeneta explica que se trata de una “crisis epistemológica (de conocimiento), que nos ha llevado a una «crisis de sentido”, con una opinión pública muy “polarizada” y que “es incapaz de comprender qué está pasando”.
Los más optimistas pueden pensar que este tipo de afirmaciones son una respuesta demasiada crítica a una realidad exagerada, incluso, conspiranoica. Si bien es cierto que el proceso de comunicación clásico emisor-receptor se ha desdibujado y la transmisión de la información es, hoy, mucho más amplia, desorganizada y no contrastada. ¿Por qué?
Las redes sociales, la inteligencia artificial, el internet de las cosas… han irrumpido en el panorama comunicativo de una forma muy amplia, y nos faltan herramientas reguladoras y supervisoras que protejan la audiencia de las informaciones falsas. A la vez, las empresas se comunican con sus públicos en los mismos canales que estos usan para sus comunicaciones personales, de forma que mensajes y contenidos de todo tipo se multiplican infinitamente y todo el mundo compite para sobresalir.
Por todo esto, las empresas necesitan hacer una buena gestión de la comunicación para llegar a su público objetivo e impactar y la comunicación se convierte en un elemento clave en la estrategia de negocio y desarrollo. Pero, ¿cómo comunicar bien?
Para evaluar si una empresa comunica correctamente, tienen que valorarse múltiples factores. Hay elementos que son objetivos y medibles (como el número de impactos de una noticia o el engagement que tenemos en las redes sociales que usamos), y elementos cualitativos, que no podemos cuantificar tan fácilmente –como la notoriedad o la reputación–, y que juegan un papel muy importante.
El Plan de Comunicación, herramienta clave
En el ámbito de la empresa, la herramienta más destacada para hacer una buena gestión de la comunicación es el Plan de Comunicación. Esta herramienta nos permite fijar los objetivos, diseñar las acciones, establecer los canales, revisar resultados y, en definitiva, escoger qué tipo de comunicación queremos hacer.
El Plan de Comunicación puede ser tan amplio y extenso como se quiera, y consta de varios apartados. Por regla general, el Plan incluye un análisis de mercado, con los principales clientes objetivo, interlocutores y competidores de la empresa; los objetivos de comunicación, que siempre tienen que ser concretos y medibles; las acciones, que serán más o menos en función del tipo de empresa y comunicación que se quiera trabajar; los canales de comunicación que se usarán y los materiales disponibles, además del seguimiento y la evaluación de resultados.
Cómo decimos siempre en totoro, la comunicación corporativa bien trabajada da sus frutos: ayuda a la empresa a proyectar una buena imagen de ella misma; refuerza el orgullo de pertenencia de sus miembros y clientes y, a medio-largo plazo, aumenta las ventas.
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